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Montborg. Bitácora, weblog o blog de Herminio Lafoz Rabaza

De cultura pequeña

A veces, muchas, pienso que solamente sabemos de cultura grande. Es decir, de cultura institucional que navega entre las representaciones históricas y los coros y danzas. Y además, con dinero público. Pues, además, hay una cultura pequeña, hecha desde las personas, los grupos, los colectivos. Y dentro de esta cultura pequeña, apenas sin que nadie, que no sea de su entorno, la valore, existe la labor del Teatro Avempace, salido de profesores, alumnos y personal no docente del IES Avempace, que lleva ya muchos años ofreciendo alimento cultural a su comunidad. No quiero hablar de los numerosos montajes que lleva poniendo en pie durante los últimos 20 años (entre otros, por ejemplo, Dios, de W. Allen; El establo de Augias, de Dürrenmatt), solamente de los tres últimos, que lo han sido para el programa Invitación a la Lectura, del Departamento de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón. Estos tres espectáculos se han hecho en presencia de los autores, de los "dramaturgos". El Gernika, de López Mozo, representado en plena guerra de Irak y por lo tanto acentuando su dramatismo; El delirio del amor hostil, de Francisco Nieva, una de las obras más importantes de los últimos tiempos, representada, con mucha gloria, pero sin que se percatasen las "autoridades", en el Teatro Principal de Zaragoza, en uno de los llenos más importantes de los últimos años (La Sra. Consejera de Eduacación, Cultura, etc., sin enterarse); Terror y miseria del primer franquismo, de Sanchis Sinesterra, que el Teatro Avempace representó por segunda vez (la primera representación la hicieron otro grupo de teatro de Institutos de Madrid. Mañana estrena ante Paloma Pedrero un espectáculo compuesto por tres piezas de esta autora; la primera es una adaptación del texto de Paloma Yo no quiero ir al cielo, donde se nos hace un recorrido por la vida y la obra y los "demonios" de la autora, y dos obritas pertenecientes a las Noches de amor efímero, obras en las que la autora "mira a la calle con ojos sabios y pinta el amor tierno y cruel". En fin, mucha mierda para Ana Pola, Teresa Callau, Lola Martínez, José Vitoria y Antonio Muñoz. Y también, el reconocimiento Pepe Berné, Enrique Cambra, Isabel Cólera, Rubén Enciso, Eusebio Rodriguez, Marisa Martínez, y sobre todo al director y alma del teatro, Simeón Martín Rubio (aclarar que la expresión ¡mucha mierda! en el mundo del teatro se refiere a mucha suerte). Dicho sea para cuando los dioses del Olimpo dejen de estrujarse las meninges para buscar el aquel de la cultura, que suele pasar casi siempre por mucho dinero encima y bajo la mesa, burocracia e incompetencia.

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