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Montborg. Bitácora, weblog o blog de Herminio Lafoz Rabaza

EN LA UNIVERSIDAD (II)

EN LA UNIVERSIDAD (II)

En la Universidad, ajuzgar por los cuadernos que guardo, seguí escribiendo. El primer cuaderno está fechado entre julio de 1970 y julio de 1971, se titula Sinfonía en blue y recoge material escrito entre 1969 y 1979. Hay comentarios en el cuaderno sobre los poemas, escritos unos por Adolfo Alonso, que los debió leer, y por mí mismo. Esto es lo que Adolfo puso como prólogo:

"Nel mezzo del camin di nostra

vita" (espaldarazo que da la critica a la producción de un novel. BELLO, 1908)

¡Prelogo!

¿P'a qué quiusté un prelogo, paisano? ¿P'a que le diga que sus versos son mu majos?¿P'a qué quiusté que lo diga?¿P'a que los que lean este librico sepan antes con antes lo que van a saber dispués? Amos, ¡que no lo digo! Y a tuzudo no me gana naide.

Quizá la poesía extropática de gens con hipo sea algo intermedio entre la ciencia y la ignorancia ¿Sirve entonces un  prólogo?

Personalidad extraña y difícil la tuya, que connjuga una exaltada imaginación y una estridente personalidad: contradicciones de ese espíritu sensible. Pese a todo, no acabas de aceptar los cánones simbolistas (arte como artificio) ¿Quizá escepticismo?

En arte, todo es convencional. No abandones nunca el instinto. Ten allí tu caverna platónica y otorga a la meditación recoleta el tiempo apetecido.

¡Proclama la inmunidad literaria de tu persona! No dejes a nadie molestar a los dioses.

El valor técnico de la poesía es algo secundario, pero el intento revolucionario que supone en tu temática, nos ofrece el suficiente interés como para encabezar la obra. Y no me malinterpretes a primera vista. Lo que quiero decir es que (parafraseando a VAUVERNAGUES): "si los hombres no se adulasen unos a otros, casi no habría sociedad posible".

Hay otro cuaderno fechado entre 1970 y 1973 que contiene frases, pensamientos y poemas sueltos, sin orden ni concierto. Se ve que los reuní de otros papeles anteriores y los puse juntos para que no se perdieran. Escribo cosas como ésta: "La Historia es un proceso irreversible" (25 de febretro de 1972). O también:

Algunos días,

nuestras sombras sucumben fatigadas

por el peso del polvo y de los años.

Algunos días

no sabemos qué son ni lo que pretenden

tantos relojes machacando los recuerdos.

Algunas veces,

querríamos escapar, o sucumbir enteros

bajo el mazo oloroso de una primavera

(Café de Levante, 29 de febrero de 1972)

Este se lo dediqué a mi amigo Javier Lucientes (31 de marzo de 1976) algunos años después de haberlo escrito al oir una noticia sobre envenamiento de aves en el Coto de Doñana:

Sobre los arrozales, manadas

de patos civilizados.

Las garzas reales oyen el silbido

del tren de la muerte.

El cuaderno casi acaba con este poema que lleva fecha de 13 de enero de 1971:

Ay, muchacha sudorosa

que huiste de un snack-party.

Los modales no se grabaron en tus medias

y la flor de cáctus escribe en tus pestañas

infinitas campanillas.

Ay, muchacha sudorosa,

que huiste un día de tu nombre.

Yo sé de tus largos cabellos

que huelen a loto

y de tus noches sin dormir.

Ay muchacha sudorosa.

Exhala tu cuello un holor a heno

y de tus dientes como el nweebe

brota una canción de amor.

Este cuaderno contiene también algunos otros escritos míos y ajenos. Por ejemplo, el texto de un monólogo teatral escrito por Adolfo Alonso (se titula "Historia de mi vida") y representado por mí el 28 de marzo de 1971 a las 6'15 de la tarde en el teatro del Centro Don Bosco de los Padres Salesianos de Zaragoza. Y el texto de otro monólogo, este mío, titulado "Súplica para poder ser enterrado en las playas de..." (evidente influencia de Brassens). Fue representado, con dirección y efectos de José Francisco Val Álvaro el 7 de mayo (¿año?) en el mismo teatro de los PP. Salesianos.

El final de esta época universitaria, tal vez lo marque, por un lado, el cuaderno titulado De regreso a la autopista 76, con fecha 1974-1976. Tiene versos que utilizaré más tarde en otros libros, como es el caso del que abre el cuaderno, que titulé: "Salvadme la ciudadela...!", y que empieza:

Cae la tarde como una losa

fúnebre sobre las aceras...

Y otro cuaderno, sin título pero con fecha: 1979-1980. Acabo de llegar a Borja, donde los años siguientes seré profesor de su Instituto. Vengo de Barbastro. En Borja, realizaré mi última etapa como poeta.

(La ilustración, un poema del cuaderno, Sinfonía en blue)

2 comentarios

sergio -

Un saludo. Siempre nos has mostrado de viva voz (o entre lineas) directrices que nos han hecho mejores personas, y esa es la mejor cualidad del maestro. Gracias en nombre de unos cuantos, dichosos por compartir unos metros del camino contigo.

Inés -

Papá, ¿y nunca más has vuelto a escribir?
porque me gustan mucho los poemas que muestras aquí.
Un beso.