FOSAS
Hoy he estado en Agüero donde se estaba procediendo a la exhumación de los doce cadáveres de antifranquistas de Murillo de Gállego asesinados en 1936. La tierra se ha abierto ante nosotros mostrándonos su seno, su vientre oscuro. No han aparecido hoy, pero quizá mañana. Alrededor de la excavación se han ido, nos hemos ido reuniendo, muchos viejos conocidos, concitados a la llamada de los muertos. Muchas conversaciones, algunas dejadas hace tiempo, se han ido anundando durante una mañana fría, como debe ser. Los jóvenes y los viejos, los nuevos y los veteranos, el recién comenzado y el guerrilero del AGLA, todos con la historia y los ojos puestos en el vientre abierto de ese campo. Una solidaridad próxima a la soledad; contradicción pura, esa soledad que te deja la cercanía a otros, ese indicador de que te estás vaciando para llenar a otros. Todo esto he sentido hoy. Y he recordado aquellos versos de Kavafis:
El Lanis que amabas ya no está aquí, Marco,
tumba donde lo lloras largamente.
El Lanis que amabas está contigo
cuando en tu casa contemplas su retrato,
esa imagen donde permanece algo de aquello que fue precioso,
esa imagen que has conservado con tanto amor...
0 comentarios