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Montborg. Bitácora, weblog o blog de Herminio Lafoz Rabaza

ANTONIO GAMONEDA

ANTONIO GAMONEDA

Antonio Gamoneda nació en Oviedo en 1931 y reside en León desde 1934. Doctor honoris causa por la Universidad de León. Actualmente tiene asumidas tareas de dirección en la Fundación Sierra-Pambley, creada en 1887 como prolongación de la Institución Libre de Enseñanza.

• Poesía


Sublevación inmóvil, Madrid, Rialp, 1960, Adonais

Descripción de la mentira, León, Provincia, colección de poesía, 1977. Nueva edición: Salamanca, Junta de Castilla y León, Consejería de Educación y Cultura, 1986, Barrio de Maravillas

León de la mirada, León, Espadaña Editorial, 1979. Nueva edición: León, Diputación Provincial de León, 1990, Breviarios de la calle del Pez

Blues castellano (1961-1966), Gijón, Ediciones Noega, 1982, Aeda, colección de poesía. Nueva edición: Barcelona, Plaza & Janés, 1999, Poesía

Lápidas, Madrid, Trieste, 1986

Edad (Poesía 1947-1986), edición de Miguel Casado, Madrid, Cátedra, 1987, Letras hispánicas (Premio Nacional de Literatura)



Libro del frío, Madrid, Siruela, 1992. Nueva edición: prólogo de Jacques Ancet, Alzira (Valencia), Germania Serveis Gràfics, 2000, Hoja por ojo

Mortal 1936, Mérida, Asamblea de Extremadura, 1994

El vigilante de la nieve, Teguise (Canarias), Fundación César Manrique, 1995, Péñola Blanca

¿Tú? (en colaboración con Antoni Tàpies), Madrid, Galería Antonio Machón, 1999

Sólo luz (Antología poética 1947-1998) [edición del autor], Valladolid, Junta de Castilla y León, Consejería de Educación y Cultura, 2000, Barrio de Maravillas

Arden las pérdidas, Barcelona, Tusquets, 2003, Marginales. Nuevos textos sagrados



• Prosa

Libro de los venenos, Madrid, Siruela, 1995, La biblioteca sumergida (2.ª ed., 1997, Siruela/Bolsillo)

Relación y fábula, Santander, Editorial Límite, 1997, Libros La Ortiga (plaquette con dos relatos)

El cuerpo de los símbolos, Madrid, Huerga & Fierro, 1997, La rama dorada

antonio gamoneda

AMOR

Mi manera de amarte es sencilla:
te aprieto a mí
como si hubiera un poco de justicia en mi corazón
y yo te la pudiese dar con el cuerpo.

Cuando revuelvo tus cabellos
algo hermoso se forma entre mis manos.

Y casi no sé más. Yo sólo aspiro
a estar contigo en paz y a estar en paz
con un deber desconocido
que a veces pesa también en mi corazón.

...

Aún:

Hubo un tiempo en que mis únicas pasiones eran la pobreza
y la lluvia.

Ahora siento la pureza de los límites y mi pasión no existiría
si dijese su nombre.
 

 

 

1 comentario

Anónimo -

Celebremos al premiado que premia al premio. Y a su obra. C