EL FASCISMO QUE NO CESA
Ante la indiferencia de los políticos regionales de la izquierda en el poder (El PSOE aquí se ha convertido en un ente que en vez de hacer activismo político pretende que, no sé sus militantes, pero sí sus votantes, se queden tranquilos sin opinar, sin decidir nada hasta que el oráculo vuelva a hablar para darnos otra dosis de consignas que les lleve otra vez a los sillones para que desde allí durante otros largos cuatro años, dejen de escucharnos, no se reunan con nadie, no debatan nada, no hagan, políticamente, gran cosa, y vuelvan a pedirnos que los sigamos dejando con sus gordos culos en sus sillones y así sucesivamente), la derecha se asilvestra y aquí nadie parece estar en las líneas de combate cuando volvemos a épocas que querríamos olvidar (en mi barrio han aparecido carteles de fascistas que invitan a ir a Belchite a un acto por que ellos sí tienen memoria, vaya). Y nuestros representantes dejándonos una ley tan defraudante y tan incompleta. Las cañoneras mediáticas fascistas atacan por todo los frentes y nosotros contemplando un inicio de curso, oiga, sin problemas, con muchas cosicas y muchos dineros. Bueno, bueno. Pues aquí pongo un artículo de Enric Sopena que comparto.
- 09/09/2006. Enric Sopena.
La derecha, en la selva
Ignacio Astarloa -secretario de Estado de Seguridad con Aznar en la Moncloa y Acebes en Interior- ha comentado la iniciativa de mando único para la Guardia Civil y la Policía, aprobada ayer por el Consejo de Ministros. Ha señalado Astarloa que se trata de un “golpe de mano monstruoso al modelo policial” y que asistimos a “uno de los mayores escándalos de este horrible Gobierno de Zapatero”. No contento con semejante retahíla de descalificaciones, ha criticado que el proyecto se haya llevado a cabo de forma “unilateral, sin contar con nadie, con nocturnidad y alevosía”. Y se ha referido a la “sucesión de escándalos gravísimos en el seno de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado”.
Poco después de la proclama catastrofista de Astarloa, leo en Libertad Digital el pronunciamiento de GEES (Grupo de Estudios Estratégicos), que es la guardia de corps –cada día más activa y belicosa- del por fortuna destronado rey Aznar. El título del artículo me estremece: El asalto político a la Guardia Civil. Estos neoinquisidores -con sede en FAES y, a veces, en la Casa Blanca- han intentado boicotear la misión de paz que el legítimo Gobierno de España envía al Líbano. Ahora, y acerca del mando único para Guardia Civil y Policía, subrayan que “para el pacifismo belicista de Zapatero, acabar con la Guardia Civil y su carácter militar ha sido siempre una obsesión ideológica. Esa es su paz”.
Voy de susto en susto. Astarloa convierte una sensata decisión del Ejecutivo en un “golpe de mano monstruoso”. Los intelectuales orgánicos del neocon aznariano acusan al presidente de pretender liquidar a la Guardia Civil o poco menos. Añaden que se busca “la integración total de ambos cuerpos en una policía civil al servicio del partido”. Anuncian que “Zapatero ha desembarcado en la Moncloa con la pretensión de cambiar el régimen democrático”. Tiemblo.
Continúo con la literatura made in GEES: “Zapatero está pactando con ETA suavizar la lucha contra los asesinos de cientos de guardias civiles”. Mientras, el Gobierno se apresta ya a “la desarticulación de las Fuerzas de Seguridad”. Espasmo y pánico. Vamos hacia “la aniquilación de la Benemérita”.
Pienso que la derecha anda más enloquecida que nunca. No es que se haya subido al monte. Es que se ha adentrado en la selva. Parece decidida a propagar los mayores embustes -los más perversos y falsos- con el único y exclusivo fin de derribar a este Gobierno. Aprendieron de jovencitos que el mejor destino de las urnas era romperlas, como predicaban José Antonio Primo y sus camaradas del fascio español. Están en ello. De nuevo.
4 comentarios
Progresista moderado -
Uno -
Que no somos tan gilipollas!
Antonio Pérez Morte -
Enric Sopena es responsable de una de las mayores purgas realizadas en RNE bajo su mandato en la etapa socialista, aquella en la que una maniobra junto a J. Hachuel y la ONCE consiguió cerrar un periódico como "El Independiente". Aquella misma época de La ley Corcuera y la patada en la puerta...
Nadie se acuerda de nada.
A unos y a otros se les llena la boca con conceptos tan manidos como el de la "transparencia" y la "libertad de expresión", pero ambos están deslegitimados para hacerlo.
¡Qué pena!
Mariano -