Agustín Gómez-Arcos
Tal vez no os diga nada este nombre. A mí tampoco hasta hace unos años cuando mi amigo José Gómez me habló de él. Era su tío. Y entonces recordé que había visto una reseña de su muerte en El País. José me dejó un libro suyo, Un pájaro quemado vivo, y un libro sobre él, Agustín Gómez Arcos: un hombre libre (Diputación de Almería, 1999). Con ellos conocí un excelente talento. He aquí una reseña de este escritor maldito pero imprescindible para recuperar nuestra cultura de postguerra (de M.J. López Díaz, El País, edición Andalucía, de 6 de octubre de 2004):
Bajo el título Momentos en la vida de Agustín Gómez Arcos el Ayuntamiento de Enix (Almería) ofrece una exposición que culmina una serie de actos en homenaje al escritor nacido en este pueblo y que se exilió a Francia en los años sesenta. Gómez Arcos (Enix, Almería, 1933-París, 1998) fue galardonado en dos ocasiones con el Premio Nacional de Teatro Lope de Vega, además de ser finalista cuatro veces del Premio Goncourt. La exposición recoge una serie de fotografías del escritor y documentos personales cedidos por su sobrino, Antonio Gómez Delfa. Entre los documentos aportados se refleja el respeto de quien fuera presidente de la República Francesa François Mitterrand hacia el autor español.
En su casa natal se lee desde el viernes una placa que reza: "En esta casa nació Agustín Gómez Arcos. Hombre libre". Fue un tributo más a su memoria, junto con la presentación de las bases del Premio Anual de Novela Agustín Gómez Arcos auspiciado por el Instituto de Estudios Almerienses y la calle que lleva su nombre. El profesor José Heras Sánchez, biógrafo del autor, ha sido el artífice de la "testimonial" exposición que podrá visitarse en octubre en la Casa Consistorial. Heras advierte de que para comprender la obra literaria del escritor hay que aceptar que su intención no es otra que la de "denunciar la dictadura y la represión social que atenazan las libertades individuales y sociales en el extenso período comprendido entre la rebelión del general Franco contra el poder de la República y su muerte en noviembre de 1975".
El exilio de Gómez Arcos motivó que casi toda su obra se editara en francés y que en España esté casi inédita la mayoría de su producción. Su reivindicación política y su crítica mordaz a la sociedad de la época le depararon varios desengaños hasta la marcha de su tierra natal. El primero de ellos sería en 1960, con la presentación al Primer Festival Nacional de Teatro Nuevo de su farsa Elecciones Generales. Pese a resultar ganadora, la censura le retiró el premio y no permitió su representación. Un año más tarde presentó su obra Diálogos de la herejía al Premio Lope de Vega. A pesar de que también resultó premiada, su concesión generó una fuerte polémica y a la postre quedó anulado.
"Día a día la amargura va minando su fortaleza hasta que decide el exilio. También contribuyeron la cicatería y el egoísmo de la élite del mundo del teatro y de la cultura oficial. Por esos años, en España y principalmente en Madrid, la escena se hallaba acaparada por un reducido grupo de escritores que cuentan con el beneplácito de las instituciones del régimen y con el aplauso de un gran sector del público", reflexiona Heras.
La suerte del almeriense cambió para siempre cuando, transcurridos ocho años de su exilio, directivos de la Editorial Stok le pidieron que escribiera una novela. "Aceptó y se marchó a Atenas, cuna del mejor teatro clásico, donde quedó enterrada la que había sido su gran pasión -el teatro-, para ver nacer al narrador cuyos relatos le darían, en breve tiempo, la fama que la dramaturgia le había negado", describe el profesor Heras.
L’agneau carnivore (El cordero carnívoro) es el título con el que apareció su primera obra narrativa en 1974 publicada por Stok y que mereció el Premio Hermes. Su segunda novela, María República, aparece en 1976 y su autor resultó seleccionado para el Goncourt. La afirmación de su talento llegó al año siguiente, 1977, con la novela más traducida y premiada, Ana non. Con ella consigue nuevamente ser finalista del Goncourt. Confirma el éxito de esta novela el hecho de que en 1985 se habían vendido 300.000 ejemplares. Fue traducida a 16 idiomas.
En su casa natal se lee desde el viernes una placa que reza: "En esta casa nació Agustín Gómez Arcos. Hombre libre". Fue un tributo más a su memoria, junto con la presentación de las bases del Premio Anual de Novela Agustín Gómez Arcos auspiciado por el Instituto de Estudios Almerienses y la calle que lleva su nombre. El profesor José Heras Sánchez, biógrafo del autor, ha sido el artífice de la "testimonial" exposición que podrá visitarse en octubre en la Casa Consistorial. Heras advierte de que para comprender la obra literaria del escritor hay que aceptar que su intención no es otra que la de "denunciar la dictadura y la represión social que atenazan las libertades individuales y sociales en el extenso período comprendido entre la rebelión del general Franco contra el poder de la República y su muerte en noviembre de 1975".
El exilio de Gómez Arcos motivó que casi toda su obra se editara en francés y que en España esté casi inédita la mayoría de su producción. Su reivindicación política y su crítica mordaz a la sociedad de la época le depararon varios desengaños hasta la marcha de su tierra natal. El primero de ellos sería en 1960, con la presentación al Primer Festival Nacional de Teatro Nuevo de su farsa Elecciones Generales. Pese a resultar ganadora, la censura le retiró el premio y no permitió su representación. Un año más tarde presentó su obra Diálogos de la herejía al Premio Lope de Vega. A pesar de que también resultó premiada, su concesión generó una fuerte polémica y a la postre quedó anulado.
"Día a día la amargura va minando su fortaleza hasta que decide el exilio. También contribuyeron la cicatería y el egoísmo de la élite del mundo del teatro y de la cultura oficial. Por esos años, en España y principalmente en Madrid, la escena se hallaba acaparada por un reducido grupo de escritores que cuentan con el beneplácito de las instituciones del régimen y con el aplauso de un gran sector del público", reflexiona Heras.
La suerte del almeriense cambió para siempre cuando, transcurridos ocho años de su exilio, directivos de la Editorial Stok le pidieron que escribiera una novela. "Aceptó y se marchó a Atenas, cuna del mejor teatro clásico, donde quedó enterrada la que había sido su gran pasión -el teatro-, para ver nacer al narrador cuyos relatos le darían, en breve tiempo, la fama que la dramaturgia le había negado", describe el profesor Heras.
L’agneau carnivore (El cordero carnívoro) es el título con el que apareció su primera obra narrativa en 1974 publicada por Stok y que mereció el Premio Hermes. Su segunda novela, María República, aparece en 1976 y su autor resultó seleccionado para el Goncourt. La afirmación de su talento llegó al año siguiente, 1977, con la novela más traducida y premiada, Ana non. Con ella consigue nuevamente ser finalista del Goncourt. Confirma el éxito de esta novela el hecho de que en 1985 se habían vendido 300.000 ejemplares. Fue traducida a 16 idiomas.
8 comentarios
Roberto Bermejo Cuadra -
Roberto Bermejo Cuadra -
roberto bermejo cuadra -
amh -
fpv -
Lo ha editado Cabaret Voltaire.
Una pequeña editorial de Barcelona
Buit -
Tadeo -
ROBERTO BERMEJO CUADRA -
Muchas gracias