JESÚS INGLADA ATARÉS
Inicio una serie de comentarios, artículos y documentos que ponen de manifiesto la labor investigadora de profesores y profesoras de Institutos de Secundaria, preferentemente, aunque no únicamente, en Historia. El objetivo es poner de manifiesto la calidad del trabajo y la dedicación de una serie de profesionales con los que, a menudo, no cuenta la Academia. Su esfuerzo investigador queda muchas veces en el limbo, por mor, en el mejor de los casos, del desconocimiento. Estrena esta serie Jesús Inglada, profesor de Historia del IES Montes Negros de Grañén (Huesca), con el que he compartido en alguna ocasión cursos, presentaciones de libros y largas conversaciones. Este es el resumen de parte de su trabajo que publicaba hace unos días el Diario del Altoaragon, de Huesca:
"Jesús Inglada, profesor del IES Montes Negros de Grañén, comenzó en la primavera de 2001 a investigar sobre los deportados de Monegros, a raíz de su amistad con Mariano Constante. Sus minuciosas indagaciones le llevaron a conocer la decisión de Francia de conceder ayudas a los hijos de fallecidos en los campos nazis, a las que pueden acceder los descendientes de los 250 altoaragoneses que murieron en Mauthausen. Se puede optar por un capital de 27.440 euros en una sola entrega o por una pensión mensual vitalicia de 457,35 euros, explica Jesús Inglada, que está realizando una importante y desinteresada labor para informar a todos los beneficiarios.
Según comenta Inglada, los posibles beneficiarios deben presentar la documentación que se requiere en el Consulado de Francia en Barcelona, que es el encargado de cursar las ayudas. En total, 7.000 españoles entraron en Mauthausen y sólo salieron con vida sobre 2.000, subraya, y apostilla que hubo prisioneros españoles en 15 de los 22 principales campos de exterminio.
Jesús Inglada explica los motivos que han llevado a Francia a conceder estas ayudas. En los años 60, la Alemania democrática se sintió en la obligación moral de resarcir a las viudas de las víctimas de los campos nazis, al igual que algunas empresas como BMW o Siemens, que se habían beneficiado de mano de obra de esos campos de concentración. Ahora es Francia la que se siente responsable subsidiaria de lo que hizo el Régimen de Vichy, con el mariscal Petain al frente del Gobierno. Prosigue recordando, que quinientos mil españoles fueron a campos de refugiados franceses, pero, a partir de la primavera de 1940, primero voluntariamente y luego a la fuerza, se incorporaron a las compañías de trabajadores extranjeros, una especie de servicio militar sin armas para trabajos de fortificación. Otros muchos fueron empleados también como mano de obra agrícola".
Inicio una serie de comentarios, artículos y documentos que ponen de manifiesto la labor investigadora de profesores y profesoras de Institutos de Secundaria, preferentemente, aunque no únicamente, en Historia. El objetivo es poner de manifiesto la calidad del trabajo y la dedicación de una serie de profesionales con los que, a menudo, no cuenta la Academia. Su esfuerzo investigador queda muchas veces en el limbo, por mor, en el mejor de los casos, del desconocimiento. Estrena esta serie Jesús Inglada, profesor de Historia del IES Montes Negros de Grañén (Huesca), con el que he compartido en alguna ocasión cursos, presentaciones de libros y largas conversaciones. Este es el resumen de parte de su trabajo que publicaba hace unos días el Diario del Altoaragon, de Huesca:
"Jesús Inglada, profesor del IES Montes Negros de Grañén, comenzó en la primavera de 2001 a investigar sobre los deportados de Monegros, a raíz de su amistad con Mariano Constante. Sus minuciosas indagaciones le llevaron a conocer la decisión de Francia de conceder ayudas a los hijos de fallecidos en los campos nazis, a las que pueden acceder los descendientes de los 250 altoaragoneses que murieron en Mauthausen. Se puede optar por un capital de 27.440 euros en una sola entrega o por una pensión mensual vitalicia de 457,35 euros, explica Jesús Inglada, que está realizando una importante y desinteresada labor para informar a todos los beneficiarios.
Según comenta Inglada, los posibles beneficiarios deben presentar la documentación que se requiere en el Consulado de Francia en Barcelona, que es el encargado de cursar las ayudas. En total, 7.000 españoles entraron en Mauthausen y sólo salieron con vida sobre 2.000, subraya, y apostilla que hubo prisioneros españoles en 15 de los 22 principales campos de exterminio.
Jesús Inglada explica los motivos que han llevado a Francia a conceder estas ayudas. En los años 60, la Alemania democrática se sintió en la obligación moral de resarcir a las viudas de las víctimas de los campos nazis, al igual que algunas empresas como BMW o Siemens, que se habían beneficiado de mano de obra de esos campos de concentración. Ahora es Francia la que se siente responsable subsidiaria de lo que hizo el Régimen de Vichy, con el mariscal Petain al frente del Gobierno. Prosigue recordando, que quinientos mil españoles fueron a campos de refugiados franceses, pero, a partir de la primavera de 1940, primero voluntariamente y luego a la fuerza, se incorporaron a las compañías de trabajadores extranjeros, una especie de servicio militar sin armas para trabajos de fortificación. Otros muchos fueron empleados también como mano de obra agrícola".
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