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Montborg. Bitácora, weblog o blog de Herminio Lafoz Rabaza

Maestros del mundo, uníos

Maestros del mundo, uníos

En este año se hablará mucho de la Guerra Civil. Es más sólo se hablará de la Guerra Civil. Cada uno de lo suyo. Mucho suceso y mucha memoria. Pero de lo que hay que hablar es de la República. No entenderemos nada de lo que pasó después si no entendemos lo que fue la República, lo que hizo la República. El proyecto que representó la República. Y la voluntad colectiva de los republicanos de sacar a España de la ignorancia en que la tenían sus clases eternamente dirigentes, fue uno de los esfuerzos más hermosos que realizaron aquellos hombres y aquellas mujeres. Y no cualquier educación, sino la educación más avanzada de Europa. Las Escuelas Normales tuvieron los profesores más avanzados del momento y durante aquellos años se cocieron proyectos, se desentrañaron utopías y, por primera vez en siglos, se encaraba un futuro lleno de esperanza. Pero nosotros, lo desconocemos todo. Nada sabemos de todo aquello. Creemos, a veces, que hemos inventado el Mediterráneo. Crecimos, y seguimos, huérfanos de maestros y de guías intelectuales. No os perdais la lectura del Diario de un maestro exiliado, de Herminio Almendros (Valencia, Pre-textos, 2005), edición al cuidado de Amparo Blat y Carme Doménech. Así inicia Herminio su diario : "Hemos llegado a La Preste, José Mª Solsona, Bonilla y yo. Hemos llegado rendidos, deshechos. Desde Molló, todo el día nevando. El primer intento de atravesar el puerto, más de dos horas hasta perdernos extenuados entre la nieve de la montaña para regresar desilusionados. El segundo intento, con guía, hasta franquear la montaña con cuarenta centímetros de nieve. La caminata, hundidos los pies y a pasos lentos y cortos, la he soportado mejor pronunciando a cada paso una sílaba, tres sílabas seguidas y un nombre. Tres horas de montaña nevada, hasta la frontera francesa. Desde allá arriba, ya anochecido, hemos visto el primer pueblecito francés. Esperamos a que se hiciera de noche. Había que pasar el río no por la pasarela para no encontrar a los gendarmes. Hemos rodeado la orilla del río, por fin, ya noche oscura, nos decidimos a pasar el río a vado. hemos llegado a la orilla opuesta hechos una sopa. Mi abrigo pesa muchos, muchos kilos. De todas maneras respiramos por primera vez con alegría". Este maestro, que fue Inspector de Primera Enseñanza y que enseñó en la provincia de Huesca, donde estuvo destinado un  tiempo, las técnicas Freinet a maestros como Simeón Omella, presidente de la sección provincial de la FETE, era él mismo militante del sindicato y estaba huyendo de la muerte.

2 comentarios

maria -

jvksdvbdsbsjbvjcb y es feo

Mariano -

Tomo nota de ese libro de Herminio Almendros. Leyendo lo que has traído a tu página, de ese libro y viendo la comodidad en la que estamos instalados... ¡Desde luego que somos deudores de los maetros republicanos!